ASEO DEL ADULTO MAYOR

Aseo de personas dependientes en bañera o ducha.
- Un baño templado o caliente mejora la circulación de la piel y el riego sanguíneo. También produce sensación de bienestar y mejora considerablemente el estado de ánimo. No deberá permanecer dentro del agua más de 20 minutos.
- La ducha se recomienda solo en personas capaces de levantarse y mantener el equilibrio durante un período de tiempo.
- Preparar la iluminación y la temperatura del cuarto de baño y del agua. El cuarto de baño se mantendrá entre 20 y 24 grados y el agua estará a unos 38-40 grados, según el gusto personal.
- Colocar con antelación el material que se vaya a necesitar. Es recomendable no hacer esperar a la persona y llevarlo al baño cuando esté todo listo.
- Colocar las medidas de protección necesarias: goma en la ducha para evitar resbalar, esterilla fuera para apoyar los pies, silla para sentarse en la bañera, etc. Si puede colaborar a la hora de desvestirse, vestirse, enjabonarse, aclararse dejar que lo haga para mantener sus capacidades; solo explicar, supervisar y apoyar.
- Enjabonar cada parte del cuerpo con jabón neutro para evitar irritaciones o sequedades en la piel y aclarar abundantemente.
- Realizar el aseo siguiendo un orden determinado: desde las zonas donde la suciedad es menor hasta aquellas donde es mayor, comenzando por la cara, cuello, brazos y dejando para el final la zona genital, glúteos, cabeza…
- Secar, incidiendo en los pliegues cutáneos y zonas de riesgo para evitar infecciones debido a la humedad (abdomen, bajo los senos, ingles…)
- Examinar cuidadosamente la piel por si hay enrojecimientos, irritaciones o cualquier herida o alteración que llame vuestra atención.
- Sea cual sea su grado de autonomía, no se debe cerrar la puerta con pestillo ni dejar solo a la persona dependiente en el domicilio mientras se está aseando. De hecho, conviene estar con él o acercarse de vez en cuando para ver como está y si necesita ayuda.